
Bottup
Siete años, más de 12.000 noticias, 2.500 colaboradores en todo el mundo. Bottup fue el primer medio ciudadano en español.
Bottup fue el proyecto de mi vida. Fue un motor de aprendizaje continuo durante los más de siente años (2007-20014) que estuvo en marcha, convirtiendo información amateur, ciudadana, en periodismo contrastado y veraz. Democratizando la construcción de la agenda pública, tratando de romper la espiral del silencio de Noelle-Neumann. Un emprendimiento social por el que la fundación Ashoka me acogió como fellow (tras el proceso de selección más minucioso que he pasado nunca). Bottup fue también el motivo por el que creé Nxtmdia como empresa: había que facturar y comer.
Con Bottup aprendí a ser editor, a aplicar mis conocimientos profesionales directamente con el ‘cliente final’. Aprendí a gestionar comunidades. Fuimos el primer proyecto serio en periodismo ciudadano. También fue mi master en crear y gestionar equipos diversos, y a montar y mantener una empresa. Esta era la rutina de producción de Bottup:
1. Creación. Ciudadano redacta una noticia y nos la envía 2. Edición. La Redacción la edita profesionalmente: contrasta, verifica, corrige, amplía. 3. Publicación. Si es veraz, después de la edición se publica firmada por el ciudadano que la envió
Como se puede apreciar, un método artesanal no escalable. Crecimos hasta gestionar unas 8-15 noticias al día, que era lo que podíamos asumir con el equipo que éramos. Si hubiéramos crecido más, habríamos tenido que cerrar. Bottup no tenía ninguna financiación directa. Aunque tuvimos patrocinios en algunos eventos y convocatorias que hicimos, como medio no teníamos publicidad ni suscripción, todos los gastos corrían a cargo de Nxtmdia, que sostenía el proyecto en su faceta de empresa social. No obstante, Nxtmdia tampoco era escalable, pues nos dedicábamos a la actividad menos escalable que existe: la consultoría.
7 años
+18.000 noticias procesadas
2.500 periodistas ciudadanos
25 países
+10.000.000 páginas vistas

Ante ese escenario, ya en 2009 comenzamos a idear reBottup, que suponía pasar de ser un medio-red social a ser una plataforma. Bien armado fue una de las propuestas del Ashoka Globalizer celebrado en el marco del Global Media Forum de Bonn en 2013. Básicamente era hacer cambiar la rutina de producción a esto:

Se trataba de abrir a cualquier periodista del mundo la labor que ya hacíamos nosotros con los ciudadanos para lograr esa escalabilidad. Para ello, teníamos que ser una plataforma de servicios tecnológicos editoriales distribuidos. Aquí lo detallábamos un poquito más:

En este vídeo lo explicábamos de forma un poco más directa y asequible:

Más adelante la idea fue evolucionando hacia el concepto de redacción líquida o redacción en la nube. El periodismo como servicio, el Journalism as a Service y el Cloud Journalism. El último intento de conseguir financiación para Bottup fue a partir de Newsroom.land.
Al final, en 2014, tras siete años de una gran aventura, una lección en muchos aspectos, decidí echar el freno. La inversión necesaria no llegaba (llegué a hacer ingeniería de excel a estos niveles) y el dinero que era capaz de generar Nxtmdia en aquellos momentos álgidos de la crisis, no era suficiente. En mayo de ese año fui padre. Tenía que buscar un trabajo.
Si tuviera que señalar entre tantos un único momento, el más especial, de la aventura de Botup, sería cuando mandamos a la primera enviada especial ciudadana de la historia. Ella ganó el II Premio Periodista Ciudadano que convocamos, cuya recompensa era ir a cualquier parte del mundo a contar la historia que siempre quisera contar. Mónica fue a Sierra Leona con todos los gastos a cargo de Bottup y nos mandó y publicamos una serie de reportajes excepcionales.
Fueron siete años de un gran dispendio de energía. Hoy seguramente lo habría hecho de otra manera, pero lo sé porque lo hice de aquella, con la que aprendí tanto y fui tan feliz.
