Cambia “videoblogs” por “telediarios” si quieres, pero es el espíritu que albergan los primeros el que amenaza a la que ya se está convirtiendo en la víctima de cuya agonía más se habla (y hablará) en la blogosfera. Dos artículos de The Economist (Who Killed the Newspapers‘ y ‘More Media, Less News‘) han vuelto a encender la mecha de la bomba con peligro de explotar que es el mundo de la prensa tradicional. Los grandes ejecutivos de estos medios vuelven de sus lujosas vacaciones y se encuentran con esto.
Los números de estos grupos siguen temblando, y cada vez están más pálidos, pese a que el flotador de los coleccionables está cada vez más hinchado. En España, los ingresos por esta partida son mayores que los que provienen por la difusión (el euro que pagas al kiosquero). Esto lo explica fenomenalmente Juan Varela con cifras.
¿El motivo de que los periódicos aún floten pero sólo gracias a vender mp3, móviles y navegadores GPS? The Economist dice que se debe a la racanería de estos medios con sus versiones digitales, que tienen que esperar a la edición impresa, y a la irrupción de la audiencia en la cadena de valor del negocio de la información. Así lo cita también Julio Alonso, asesor de uno de los prototipo de grupos mediáticos que estarían en peligro, el Grupo Joly. El texto de la publicación británica de alcance mundial-que curiosamente proviene de la versión papel de este medio- no duda en citar como ejemplo del nuevo periodismo ‘open-source’ que va tomando forma a NewAssignment.net, experiencia piloto que ya comentamos aquí.
Al final del tunel todo está muy claro: una opinón pública autosuficiente por primera vez en la historia, alejándose cada día un poco más de la perniciosa espiral del silencio a la que era sometida por los mass media. Una Opinión Pública que ha evolucionado del abrevadero comunal hacia el grifo propio o pozos comunitarios. ¿Qué hace ante esto una gran empresa de medios tradicionales, con accionistas cada vez más defraudados por los miserables resultados que acumulan su cuenta de beneficios? Sólo hay una palabra: revolución. La era de la comunicación de masas está muriendo en este instante. Vuelvo a Varela:
“El cambio informativo obliga a abrirse a la participación y la interactividad de los ciudadanos. No sólo oír su voz, sino integrar sus criterios y aportaciones en la propia información. Ahora se llama periodismo de fuente abierta o de P2P, pero es el buen periodismo de siempre, el que se hundía en el debate público para encontrar la información allá donde estuviera y buscaba la verdad práctica con los ojos de su público.”
Es la única solución. Esa, y aprovechar el único momento de la historia reciente en el que quizá cualquiera con ganas, esfuerzo y buenas ideas pueda contribuir a dibujar el futuro
mediático sin necesidad imperiosa de sucumbir a la primera de cambios ante los grandes.
Foto: Portada del último número de The Economist
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Por cierto, ya que lo he citado varias veces en este post: Juan Varela ha abierto el siguiente wiki: El fin de la era de la prensa. Lógicamente, se trata de un documento abierto en el que todos podemos aportar y que servirá a Juan de base para un encargo de la Asociación de la Prensa de Madrid. Seguramente llegará a manos de quienes ha de hacerlo. Felicito a Juan por abrir este documento públicamente, me parece una iniciativa de lo más coherente y enriquecedora. Será difícil aportar nivel, pues Juan ya ha dibujado un informe muy profesional, pero habrá que intentarlo. Yo lo haré. ¡Animaos!